I
Sí
rasgué la piel
y subí por las paredes
la humedad me contaba lágrimas e historias
afiné el vuelo
el aire hablaba de un agobio enciclopédico
bastante rutinario
como el sonido de los sueños al romperse
busqué sonrisas aliadas
y encontré cadáveres
y un cúmulo de esperanza empolvando las ventanas
los árboles miraban hacia el norte
con un gesto de repugnancia inamovible
busqué adentro
me encontré ausente
miré al cielo
no había nubes de colores
un solo contorno
mosaico tétrico
¿a dónde fueron todos?
el camino era
una nostalgia presabida
los pasos una bruma incitadora
las casas con la misma máscara
tragaban seres sin rostro
el paisaje titubeaba
con sus árboles en serie
y la oscuridad
asomaba entre suspiros
un código de lunas desahuciadas
busqué mis huesos
en esa ausencia de mil afluentes
trace mapas
que olvide en las otras pieles
otra vez
el mismo pensamiento mordiéndose la cola
en un ciclo espeluznante
una vez más
vuelvo a tejer ese proyecto
que el tiempo disolvió en mi cara
cuando el viento disolvió mi cara
nuevamente
con los ojos en la mano
busco soles nocturnos
islotes para descansar de este naufragio
lo sé
las voces son puentes errantes
y tú ausente
imagen entre dos espejos
imagen desgastada como los besos
imagen tatuada en el hartazgo
imagen de tiempo sin brújula
imagen de brújula fantasma
imagenimagenimagen
solo
sólo imagen
II
Si
las palabras son reptiles sin guarida
escucha sus pasos
palpa su locura
mira como me dibujan
soy nada
soy todo
soy un fantasma que ladra historias
euclideano
soy un muro paralelo al odio
laberíntico
el humo negro que corona mi aliento
escapó de tu silencio
el velo que cubre mi rubor apocalíptico
luce girones de vocablos
lo sé
no soy poema
me falta desapego y dimensiones
soy un residuo de algo concreto y de humo
soy la enésima parte de la imagen que no soy
de la imagen que vivo como si muriera
soy un rumor de los reflectores
un accidente de los tiempos
una sombra sin hombre
abrázame
deja que mi contorno lacere tu cuerpo
para que la hipnosis se escurra en las heridas
prueba mi indiferencia
es dulce y sedante
como la afirmación que somos
¿ya viste el paisaje?
es un puzzle aburrido
un aplauso sin sentido y eterno
una aglomeración de cansancio
una bravura inocente
sigamos a los pájaros
ellos huelen la tormenta
y no cantan de tedio
busquemos la arteria vital de la noche
el corazón de lo que no somos
la respiración del destino
propinemos zarpazos mortales
¿no te gusta mi canto?
es tu canto
soy el eco de tus entrañas
la ausencia que hiere los talones
el lugar común de tus bostezos
soy la inconsciencia del agua
soy la inconsciencia que somos
tu voz es un nido vacio
dentro de mi pecho vacio
un presagio sin tiempo
una versión sacrílega de mis mentiras
es el vacío que eres
eres el vacío que somos
III
No
no sonrías
los flashes son monstruos ocultos
su palabra fruta sedante
su luz una cueva carnívora
vuelve tu rostro
y gesticula siglos de hartazgo
que el hastío no apague el volcán de tus vísceras
que el miedo cante en otras lenguas
vuelve tu rostro
pero no sonrías hasta palpar tus huesos
no sueñes hasta escuchar tu sangre
que las dimensiones crezcan
y la luz nos hable en susurros desafinados
hilando canciones absurdas
y bailes esquizofrénicos
que tus pies y mis pies se subleven
contra la tiranía del tiempo
que nuestras manos trasgredan
cualquier catecismo de caricias
¿escuchas?
las rocas hablan
invitan a perdernos en sus grietas
vamos
son guaridas dulces
en su seno hay mundos inasibles
están las infancias deformes
que el sol nos tatuó en la inconsciencia
las vejeces que aguardan impacientes
sonriendo como espejismo
mi yo y tu tú con caretas múltiples
míralos gozar su ritual de muerte
míralos fundirse en estiércol
míralos soñar con ancla
hay fragmentos de nosotros
conjugados sin tiempo y sin persona
como tu rostro
como mi rostro
somos el fruto de un proyecto maquiavélico
un suspiro desgastado de un reloj sin sangre
una idea mutilada y de ceniza
parte fundamental de una gramática insignificante
somos verbo adverbio y adjetivo
somos baile
somos resplandor de lágrima
somos pensamiento gris y desalado
somos ruido manco
un murmullo somos
IV
No
no somos agua
ni pájaro sediento
el rastro que dejamos huele a invierno
los cantos que ondeamos no florecen
la primavera es una leyenda urbana
no somos vida en este bosque
nuestra voz es un vacío con alas
volvamos al principio como los ancianos
lee mi rostro con ojos de planeta
escucha mis pasos con el corazón en la mano
detrás del crepúsculo está el
paraíso
detrás del paraíso hay un espejo
su silencio es caluroso
huyamos al bullicio
vamos a desprendernos del árbol
somos fruta madura
la putrefacción aguarda con su calor de hogar
¿dónde estás?
¿también huiste con la luz?
pues bien
que todos tus átomos pierdan su incertidumbre
y tu azar muera en rituales híbridos
yo volveré al desierto de la vida
entonando canciones de colores
con las alas marchitas
y pasos temblorosos
mi último aliento inspirará epopeyas
no le temo al sol
soy un planeta antikepleriano
mi deseo es un punto de una geometría expansiva
la distancia más corta entre hoy y mañana
es la espiral de la muerte
de la infinita muerte
¿dónde estás?
huyamos
volvamos al útero con armadura blindada
que la luz nos encuentre dignos y radiantes
animados
tridimensionales
vuelvo
esta piel no me sirve
mi sangre será fértil aun sin tiempo
mis huesos erguidos contarán mis proezas
la muerte tatuará mi nombre en su rostro
y besará mi alma laberíntica
camino
como alardeaba en madrugada
vuelo
como águila radiante
sueño
sin temor a los fantasmas
en esta pradera sembraré mi rabia
para que el futuro vuelva a tejer mi rastro
o a escupirme el rostro
mi vida volverá a su cauce desbordándose
destruyendo símbolos sagrados
la madrugada será distinta
aunque el mismo sol aguarde
el corazón entonará su latido sin prisa
y el camino beberá a sorbos lentos
mi proyecto de fuga
entonces zarparé por mares turbios
hasta perderme en los suburbios de la vida
para amanecer con el rocío
y vivir sin contratiempos
en cada muerte